RFI. ¿Por qué han votado los italianos por Giorgia Meloni, una mujer que asusta a buena parte de Europa?
En realidad, la victoria del centro-derecha tiene muy poco de ideológico. No hay, obviamente, peligros de fascismo en Italia. El miedo que inspira el resultado de las elecciones italianas está relacionado con la política que nombraste: Giorgia Meloni, 45 años, líder del partitdo Fratelli d’Italia, Hermanos de Italia, la primera mujer que va a convertirse muy problablemente en primera ministra sucediendo a Mario Draghi.
Ella sí es nacionalista y derechista: eso está claro. Pero hay un hecho aún más significativo: ella encarna la novedad. Por eso, el 26% de los italianos votaron por ella. De la misma manera que, en el campo progresista, votaron por Matteo Renzi o apoyaron al Movimiento 5 Estrellas: ellos también encarnaban opciones novedosas.
Los electores quieren el cambio. El cambio porque desde hace once años los gobiernos de Italia no reflejan la voluntad de los italianos, sino que representan, más bien, los arreglos de los partidos políticos entre ellos.
Por ejemplo, el Partido Democrático nunca ha ganado las elecciones desde el 2011. A pesar de ello, siempre ha participado en todos los gobiernos. En este sentido, el voto a las derechas de Meloni, Salvini y Berlusconi es un voto populista de gente que no se siente representada en estos momentos de crisis.
RFI. Con esta opción nacionalista y derechista de Italia en estas elecciones, ¿hay razones para que la Unión Europea se preocupe con la llegada de Meloni al poder?
No, yo no creo. Y por dos razones: primero, Italia tiene buenas y fuertes instituciones para el re-equilibrio de los poderes. Por ejemplo, el rol del presidente de la República, Sergio Mattarella, figura muy querida y de tradición democrática y católica. Mattarella conoce y aplica la Constitución. Nadie en Italia puede gobernar con radicalismo o extremismo o contra el Parlamento. Italia tiene anticuerpos.
Segundo, Giorgia Meloni no es como su aliado Matteo Salvini. Ella representó la oposición al gobierno de unidad nacional de Mario Draghi. Pero siempre apoyó la política internacional de Draghi contra Putin y de ayuda a Zelensky, así como sus más importantes medidas económicas.
Aunque parezca muy raro, y lo es, se puede hablar de continuidad entre la política de Draghi y las posiciones de Meloni por lo menos sobre los temas principales en Europa y en el mundo.
RFI. La abstención en las elecciones del domingo fue muy alta. ¿Cómo analiza usted este fenomeno?
Italia fue siempre el país con el más alto porcentaje de participación en las elecciones en Europa. Pero desde hace años la abstención crece en cada eleccion. En esta oportunidad se ha registrado un record.
Yo creo que una parte de los ciudadanos no votan porque no votan. Otra parte de los electores tal vez estaban cansados de que los partidos de centro-izquierda se presentaran divididos entre ellos y con pocas propuestas. El país entendió muy bien que los partidos de centro-izquierda estaban en contra de Giorgia Meloni, pero sin ir más lejos. En nuestra época, la política no puede vivir solamente posicionándose en contra del adversario.
Otra parte de los electores creo que no perdonaron a los partidos, a Forza Italia, Lega y Cinco Estrellas, el hecho de que hicieran caer a Mario Draghi en el Parlamento. “Son todos iguales y no vamos a votar más”: ése es el lema de los italianos más enojados con los políticos que renuncian a ejercer su derecho constitucional.
Radio France Internationale – 26 de septiembre de 2022