Por primera vez la misa de medianoche será adelantada a las 19.30, para que todos puedan volver a sus hogares antes del cierre general por pandemia. Otra novedad: la bendición de Papa Francisco “Urbi et Orbi”, es decir al mundo y a la ciudad de Roma, el mediodía del 25, se hará en la basílica de San Pedro y no en la logia central. Sin piquetes de honor y sobretodo sin multitudes.
El papa será filmado el 25 de diciembre dentro del palacio apostólico, en un esfuerzo para desalentar a los fieles que quieran desplazarse hasta la Plaza San Pedro.
“Desde mi llegada a Roma -desde Colombia-, para mí representó un nacimiento del Niño en una forma mucho más tradicional, mucho más sensible, mucho más compartida y aquí no solamente compartida con las tradiciones de mi familia y de mi pueblo, que era esperar el nacimiento del Niño, sino también estar en el punto clave de representación de lo que es el cristianismo y todos los que creemos en el naciminento del Niño Dios”, dice a RFI Esperanza Anzola, asesora del Instituto ítalo-latinoamericano.
El coronavirus cambia la tradición milenaria del evento más importante para millones de católicos. Otros cinco mensajes que el papa acostumbra a dar durante las fiestas navideñas tendrán lugar desde la biblioteca privada, igualmente dentro del palacio apostólico.
“La verdad que es algo muy fuerte desde el punto de vista también de la espiritualidad, porque uno cuando va a la Plaza San Pedro va justamente para recrearse espiritualmente, para ver el ambiente de Navidad, ver el entusiasmo de la gente, ver a los peregrinos de todas partes del mundo que degustan el sabor de la Navidad de la fiesta, que lastimosamente de este año a causa del coronavirus no podemos vivir” dice a RFI Manuel Ortiz, sacerdote de la obra Don Guanella.
Durante el primer confinamiento en Italia, Francisco también se vio obligado a guarecerse en su biblioteca los domingos durante la plegaria del Angelus, pero luego acostumbraba a asomarse brevemente por una ventana para saludar a la plaza San Pedro, que aparecía vacía.
“Es realmente escalofriante ver a Plaza San Pedro vacía en Navidad”, dice RFI Donato Di Santo, que fue subsecretario del gobierno italiano para las relaciones con América latina. “Y lo es también para los que, como yo, no son creyentes. El Papa invoca la paz, indica la justicia social y la paz con los pobres y los migrantes y tiene que hacer todo esto, o sea hablar a todos y no sólo a los fieles, con la fuerza y la soledad de su cuerpo cansado y anciano en las calles vacías de Roma y en la Plaza San Pedro sin pueblo por causa de la epidemia”.
Francisco mantiene numerosas reuniones privadas en la residencia de Santa Marta, donde vive. A sus 84 años, se le ha visto pocas veces con mascarilla. El lunes, cuando presentó sus deseos para el año nuevo ante los 4.000 trabajadores del Vaticano y sus familias, el papa no pudo evitar acercarse a los participantes e incluso tomó un bebé en sus brazos.
Francisco es una persona considerada de riesgo. A los 21 años, en 1957, hubo que extirparle una parte del pulmón derecho debido a una infección, según su biógrafo, Austen Ivereigh.
El Vaticano no ha dado detalles sobre cuándo podría recibir el papa la vacuna contra el covid-19. La campaña de vacunación en el Vaticano comenzará a principios de 2021.
Radio France Internationale – 24 de diciembre de 2020 – Publicado por RFI, con nuestro corresponsal en Roma, Federico Guiglia, y AFP.